Ese viento de verano

 Oh! cuánto anhelo ese viento de verano. La suave brisa calentada por el sol. En este mundo turbulento se necesita la dulce caricia de ese suave viento de verano. Ahora, a medida que pasa otra página de la vida, los buenos recuerdos reavivan momentos preciosos que ahora están congelados en el pensamiento consciente. Cualquier alegría que se pueda encontrar hoy rápidamente se ve abrumada por la insensibilidad calculada de una estructura de poder que continúa reduciendo esos esfuerzos que negarían toda la angustia en todo el mundo.

La tristeza de estos tiempos se ha filtrado en todos los rincones de la existencia. Para millones, sus gritos desesperados siguen cayendo en oídos sordos de quienes empuñan la espada de la injusticia. ¿Cuántos tienen que sufrir ante los abusos de un mundo enfriado donde el viento cálido del verano nunca existirá? El mundo de hoy está gobernado no por la benevolencia y la compasión, sino por la codicia. El poder de la riqueza sigue dictando el destino de las humanidades.

Estar libre de miseria y miedo es el mayor regalo que el hombre puede otorgar a la humanidad. Sin embargo, hay quienes son incapaces de encontrar soluciones que permitan a la humanidad ser realmente receptora de este gran regalo que podemos darnos unos a otros. Parece que el hombre se encuentra en una encrucijada de la historia humana. Es como si esa cálida brisa de verano que sentimos hace mucho tiempo se hubiera enfriado por la realidad de hoy.

Estos son tiempos serios y necesitamos respuestas concretas para resolver las muchas crisis de nuestro tiempo. Sin embargo, todavía tenemos líderes que niegan abiertamente y se oponen con vehemencia a cualquier opción que ayude a aliviar la actual crisis ambiental y económica que enfrenta la humanidad. Muchos creen que lo que no emprendemos como sociedad este año solo aumentará el sufrimiento y la angustia de millones de personas en todo el mundo.

Tal como está hoy a escala global, nuestros océanos, muchos de nuestros lagos y nuestros ríos continúan contaminados a una escala masiva nunca antes vista en nuestra historia. En los Estados Unidos, los sistemas de suministro de agua dulce de muchos municipios transportan contaminantes que son tan peligrosos que incluso si hierven el agua antes de usarla, todavía es demasiado perjudicial para la salud y la seguridad de cualquiera que consuma esa agua. Solo mire lo que todavía enfrenta Flint Michigan.

Las tareas monumentales en cuestión requieren soluciones creativas e innovadoras si la humanidad espera asegurar el futuro de las humanidades. No solo se trata de garantizar agua potable adecuada y potable para todos, sino que desde que Monsanto ganó el monopolio de la cadena de suministro de alimentos, las tasas de cáncer, obesidad y muchos otros problemas de salud han aumentado. La triste realidad es que nuestro deterioro de la salud como nación peliculas es un resultado directo de nuestra dependencia de la industrialización de los alimentos que consumimos. Hoy, Estados Unidos se ha convertido en una de las naciones menos saludables del mundo. ¿Podría ser por diseño? Piense en ello ahora. Las ganancias de Monsanto se han disparado a lo largo de los años mientras que la industria farmacéutica continúa siendo la beneficiaria en términos de ganancias basadas en todas las pastillas que tomamos para combatir las enfermedades causadas por los alimentos que consumimos.

Todavía tenemos líderes en el gobierno que podrían traer cambios, pero aún niegan los drásticos efectos que se sienten en todo el mundo por el mayor uso de combustibles fósiles. En esta era de energía verde confiable, no hay otra razón que la codicia de por qué no solo Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita continúan ignorando los efectos dañinos que están causando las emisiones de CO2. El fracaso de la Administración Trump en refutar que el cambio climático está ocurriendo debido a nuestro continuo aumento del consumo de combustibles fósiles es uno de los mayores peligros que enfrentamos hoy. Y si continuamos por este mismo camino sin implementar reformas tan necesarias, esos vientos veraniegos que muchos de mi generación experimentaron hace tanto tiempo nunca volverán.

A lo largo de nuestra historia, solo cuando hubo un llamamiento abrumador a la acción, intervinieron las ruedas del gobierno. Y en muchos casos esa intervención provocó consecuencias drásticas. Durante los últimos 40 años, las ruedas del gobierno han ampliado la brecha de disparidad de ingresos. Hoy en día, hay más personas que nunca que han caído de la prosperidad a simplemente sobrevivir e incluso más personas han caído de simplemente sobrevivir a la pobreza. Esto en un momento en el que solo unos pocos han pasado de la prosperidad a convertirse en ricos y los ricos solo se han vuelto más ricos, todo gracias a las políticas gubernamentales existentes.

Las perspectivas económicas y financieras para millones de personas, no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo, continúan deteriorándose. Estados Unidos todavía tiene un gobierno y una administración que atienden a los ricos y no a la mayoría de sus ciudadanos. El fracaso del gobierno incorporado a las grandes corporaciones ha dejado sistemáticamente a gran parte de la población virtualmente indefensa para poder subir esa escalera de movilidad ascendente. Esta es la realidad a la que se enfrentan demasiadas personas. Se necesita desesperadamente el cambio. Los gritos del pueblo exigen acciones para resolver la crisis urgente que amenaza la paz y la estabilidad de un mundo enfriado.